Sesenta años de arte en el Qosqo (1927-1988). Ensayos, artículos y comentarios.

Esta publicación que fuera auspiciada por la Municipalidad del Qosqo (Cusco), es una recopilación de ensayos, artículos, conferencias y disertaciones del periodista y crítico de arte cusqueño Julio Gutiérrez Loayza. Se ha antologado casi 60 años de producción escrita, cubriendo un amplio espectro de artistas nacionales y extranjeros; pero sobre todo, deteniéndose, con especial interés, en las expresiones plásticas cusqueñas y sus representantes, abordando temas como la escuela cusqueña colonial, el arte popular y el arte moderno. El libro está estructurado en diez apartados, los cuales pasamos a comentar.

Su primer apartado titulado «Tres pintores cusqueños» son ensayos sobre los artistas cusqueños Francisco González Gamarra, Manuel Agustín Rivero y Mariano Fuentes. Artistas que desarrollaron con vigor su actividad plástica durante la primera mitad del siglo XX. Según se indica en la presentación del libro este capítulo sería el corpus de su obra inédita Tres pintores cusqueños y otras notas de arte, sobre este aspecto es preciso recordar que el autor del libro falleció terminada la edición de este texto, a la edad de 88 años.

El segundo capítulo es el más extenso del libro, titulado «Comentarios sobre arte», que son críticas hechas por el autor en diversas publicaciones periódicas del Cusco. Aquí se incluyen comentarios sobre la obra de artistas nacionales (p.e. Camino Brent o Vinatea Reynoso), cusqueños y extranjeros (Kristian Krekovic). Todos estos artistas tienen como elemento cohesionador el hecho de haber exhibido o dejar obra plástica (pintura o escultura) en la región del Cusco. Hay referencias al arte popular (Manuel Alzamora) y a personajes ligados a la vida cultural de la ciudad (Harmut Winkler), pero, el grueso de notas aquí recogidas corresponden a artistas cusqueños que están en actividad en la primera década del siglo XX. En total son 41 artículos, entre reseñas, críticas y comentarios.

El tercer capitulo son cuatro artículos o reseñas sobre la figura y la obra de José Sabogal, todas ellas se refieren a su relación del mencionado artista con el Cusco.

El cuarto capítulo son ensayos teóricos reunidos bajo el nombre de «Notas sobre estética». Aquí aborda el desarrollo del arte europeo desde mediados del siglo XIX (Del impresionismo al arte Abstracto); también, de su postura de un arte basado en las formas y la prevalencia de los estilos en la Historia del arte (Forma e informalismo); luego un ensayo sobre la originalidad del arte peruano, desde los incas hasta la época contemporánea (Disquisiciones sobre el arte peruano); y, finalmente, un análisis comparativo del carácter artístico de las danzas festivas del Cusco (El Inti Raymi como Ballet).

El quinto capítulo se centra en la arquitectura y, sobre todo, a la defensa de ese patrimonio cultural. El autor llama la atención sobre los cambios urbanísticos de la ciudad del Cusco y lo frágil que puede ser su supervivencia por las escasas políticas que lo resguarden; también, propone la creación, en la Universidad Nacional del Cusco, de un centro de formación arquitectónica (Escuela de arquitectura), motivado por los cambios que atraviesa la ciudad: aumento poblacional, nuevas construcciones, obras de infraestructura, etc. Incluye, denuncias sobre la demolición de edificios de gran riqueza artística (Demolición de San Bernardo) o sobre las restauraciones, que el considera inadecuadas y torpes, de algunos edificios del Cusco, lo que él llama arquitectura post-terremoto, que genera un «Cusco falsificado».

El sexto capítulo es sobre arte universal, son 5 ensayos que van desde temas como Picasso hasta un comentario al museo Hermitage. El séptimo trata el tema de la educación y el arte, y cómo y por qué esta es fundamental para la formación humana de los escolares. El octavo capítulo se centra en la relación arte y comunismo, donde maneja nociones de la necesidad del arte como transmisor de ideas y vehículo de concientización (Arte y Pueblo, o Siqueiros, pintor de la Revolución Mexicana).

Los dos capítulos siguientes y con los cuales culmina el libro vuelven sobre el tema artístico cusqueño. El noveno capítulo trata sobre pintura colonial cusqueña y, el décimo, sobre el arte popular. En este último apartado aborda temas sobre música, cerámica, gráfica, pintura, teatro y algunas referencias a instituciones que difunden el arte popular en el Cusco.